Viene en una caja más pesada que el notebook y que es igual a la del iPhone pero en tamaño jumbo.
Adentro, el flacuchento notebook, un par de discos y un manual diminuto. Y cuatro cables: dos que son adaptadores de video. Los otros dos sirven para la corriente.
Es liviano (pesa 1,36 kg) y tan delgado que de verdad cabe en un sobre. Lo que más me gustó es que el teclado es cómodo y la pantalla nítida, por lo que el ahorro en el peso no pasó por ahí.
Sí sacrificaron ranuras y dispositivos, así que no encontramos puertos firewire y ni siquiera un lector de CD. Sólo tiene cuatro hoyitos: uno para conectarlo a la electricidad, otro para la salida de video (micro-DVI), un USB 2.0 y un jack de audio digital, que funciona con audífonos normales como con sistemas de audio digitales.
Su trackpad (donde uno pasa el dedo para mover el puntero) es multitouch. Eso significa que si pongo el índice y el pulgar, puedo agrandar o rotar una imagen con movimientos de los dedos.
El nuevo Macbook Air cuesta cerca de $1.200.000. Lo recomiendo para los inquietos que todo el tiempo andan con su notebook a cuesta. No es muy conveniente tenerlo como el computador principal de la casa.
